La tradición cristiana cuenta que el cadáver del martirizado apóstol Santiago fue trasladado a Galicia, al noroeste de España. Esta tumba fue descubierta en el año 820. Durante la Edad Media la peregrinación a la tumba del apóstol Santiago se convirtió en una de las más importantes de la cristiandad. Después de la secularización producida por la Revolución Francesa (1789) esta Devoción desapareció hasta mediados del siglo XX cuando empezó a resurgir de nuevo. En el año 2019 acudieron a Santiago casi 350.000 personas.